El nacimiento de Stan Lee
Stanley Lieber nació en Nueva York un 28 diciembre de 1922, hijo mayor de una familia de inmigrantes judíos de Rumania. Luego de graduarse prematuramente del instituto, Stan se vio sumergido en la precaria economía posterior a la Depresión. Mediante contactos familiares, pudo conseguir un trabajo en la nueva editorial de cómics de Martin Goodman, Timely Comics, como editor adjunto. Su aspiración juvenil era llegar a escribir algún día la “Gran Novela Americana”, así que cuando surgió su primer trabajo de escritura profesional bajo la forma de una humilde historia de texto de dos páginas en Captain America Comics #3 USA, adoptó un seudónimo: Stan Lee. Así podría reservar su nombre auténtico para esa futura novela.
Pero el mundo del cómic consiguió mantener a Stan Lee constantemente atareado. Su eficacia en su trabajo le hizo merecer el puesto de editor jefe a una edad extremadamente corta. Pasó de sencillas piezas de texto a historias completas en All-Winners, USA Comics y otras antologías de Timely. Su etapa en los cincuenta debió ampliar la oferta de la editorial (ahora llamada Atlas Comics), para incluir más experimentación con los géneros, añadiendo cómics del Oeste, horror y crimen.
Toda esta actividad fue un preludio para la Era Marvel de los Cómics, presentada bajo los auspicios de Stan Lee y una pequeña escudería de dibujantes encabezada por los talentos formidables de Jack Kirby y Steve Ditko. Respondiendo al desafío de Martin Goodman de hacer algo para encontrar la forma de revitalizar las ventas menguantes, Stan pensó que podía apropiarse del exitoso revival de los superhéroes de la competidora DC Comics y añadió su propia magia a la mezcla: en lugar de ser campeones perfectamente invulnerables, los héroes de la Era Marvel de Stan serían personas normales, falibles, imperfectas, obligadas a enfrentarse a sus nuevos rasgos superhumanos como cualquier persona común.
La innovación de Stan causó ondas de choque en toda la industria del cómic, y al cabo de unos años la Marvel-manía se había consolidado: al contrario que otras modas de la época, ésta no pasaría. Bajo su dirección, creaciones como Los Cuatro Fantásticos, Spiderman, Iron Man, Thor, Doctor Extraño y el Increíble Hulk florecieron en el universo compartido que habitaban. Stan desarrolló la idea de que estos héroes míticos se encontrarían unos con otros en cruces de título a título, explotando así las posibilidades arguméntales para que los crios se convirtieran en fans entusiastas.
Además de aportar un nuevo giro a la vida del super-héroe, Stan también llevó al lector dentro de la “Redacción chiflada”, creando una sensación de camaradería y pertenencia especial. Su amistosa y entusiasta chachara en las secciones de correo, los anuncios de la casa y los Bullpen Bulletins llevaron a Marvel Comics a un nivel de familiaridad con sus fans que hizo que los niños y los estudiantes universitarios se declarasen con orgullo “Verdaderos Creyentes”.
En determinado momento, Stan escribió literalmente todos los cómics que aparecieron en Marvel durante la década de los sesenta. Pero cuando le ascendieron a director editorial en 1971, sus guiones quedaron en segundo plano, y a mediados de los setenta estaba medio retirado de sus labores de escritor. A lo largo de los años, Stan volvió a escribir guiones para números o series sueltos, mientras se concentraba en las incursiones de Marvel en televisión y cine.
Stan Lee siempre ha sido el principal embajador de Marvel Comics ante el mundo y ha recibido homenajes simbólicos, a modo de cameo, en la mayoría de las películas de personajes Marvel. Desde que se estrenó el UCM, en 2008, estos cameos serian moneda corriente y hasta una parte importante de cada película. A pesar de que, en ocasiones, su estado de salud y su avanzada edad, le impedían desplazarse hasta los sets de grabación.
La muerte de Stan Lee
El 12 de noviembre de 2018, Stan Lee encontraría la muerte, a causa de un paro cardiorrespiratorio producido por una neumonía, en el hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles a los 95 años.